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¿Qué es la coexistencia con fauna silvestre?

Como disciplinas emergentes de las ciencias de la conservación, los estudios de conflicto con fauna (Human-wildlife conflict) y coexistencia (coexistence) se han popularizado. En este espacio hablaremos más sobre los aspectos teóricos de estos nuevos campos del conocimiento que son un marco para estudiar la complejidad y dinámica de los impactos antropogénicos en la fauna.




Las principales amenazas a la biodiversidad son cinco: destrucción del hábitat para la conversión a sistemas agropecuarios, la sobreexplotación insostenible de recursos biológicos, la presencia de especies invasoras, el calentamiento global y la contaminación. Todas ellas tienen como común denominador la actividad humana, también conocida como impacto antropogénico. La fauna, como componente de la biodiversidad, se ve extensamente afectada por la actividad humana en el planeta, de tal magnitud que actualmente atravesamos una crisis llamada defaunación (1), que es la acelerada pérdida de especies de animales y las consecuencias que ello trae a los ecosistemas.


Las ciencias de la conservación son la unión interdisciplinaria de distintos campos del conocimiento de las ciencias biológicas y sociales para atender esta crisis. Ramas de las ciencias “duras” como la ecología, genética, y medicina veterinaria se auxilian de las ciencias sociales como la economía, política y psicología para diseñar estrategias y planes de manejo que atiendan a la pérdida de especies y ecosistemas.


Con la expansión de la frontera agrícola-ganadera, la constante incursión de poblaciones humanas en territorios donde existe fauna silvestre y la adaptación de fauna a contextos urbanos y rurales, las interacciones humano-fauna son inevitables. En muchos casos, estas interacciones pueden tener un beneficio mutuo, como la presencia de murciélagos insectívoros en campos de cultivo; neutral, como la presencia de aves en zonas urbanas; o enteramente negativo. A este último aspecto de interacciones negativas entre el ser humano y la fauna se le conoce en la literatura de las ciencias de la conservación como conflictos fauna-humanos (Human-wildlife conflict, HWC por sus siglas en inglés) (2).



Desde hace miles de años el ser humano ha aprendido a prevenir conflictos con la fauna, algunos ejemplos son el uso perros protectores para el ganado o espantapájaros.

Desde una perspectiva antropocéntrica, estos conflictos surgen cuando la fauna daña los cultivos, atacan o depredan animales domésticos como el ganado, o amenazan y matan personas (3). Ejemplos en el mundo hay múltiples y van desde las interacciones con serpientes venenosas, la depredación de aves de corral por fauna mediana como los cacomixtles (Bassariscus astutus) o jaguaroundis (Puma yagouaroundi), y la destrucción de contenedores de basura por osos negros en Norteamérica, hasta casos mucho más complejos como la persecución de carnívoros en peligro de extinción por la depredación de ganado (como el caso de los guepardos (Acionyx jubatus) en África) y la depredación de personas por leopardos (Panthera pardus) en la India.



En estas interacciones, tanto el ser humano como la fauna se ven afectados de forma negativa, y por lo tanto el conflicto fauna-humano (HWC) es uno de los problemas más complejos y urgentes de atender que enfrentan la conservación y gestión de fauna silvestre (4). En los últimos años, los investigadores se han enfocado a la investigación sobre los conflictos para la búsqueda de la coexistencia entre las personas y la fauna (5).


La coexistencia se define como el estado dinámico y sostenible en el que los humanos y la fauna se coadaptan a vivir en un paisaje compartido, donde las interacciones de la personas con los animales están gobernadas por instituciones (humanas) efectivas que garantizan la permanencia a largo plazo de las poblaciones de fauna silvestre, su legitimidad social y niveles de riesgo tolerables (6).

Existen diversas estrategias para alcanzar la coexistencia entre fauna y humanos, que arbitrariamente podemos dividir en dos grandes grupos para fines de este BLOG. Las primeras son aquellas que modifican la conducta animal para reducir las interacciones, y las segundas buscan aumentar los niveles de tolerancia de las personas hacia estas interacciones.


Algunas acciones que buscan modificar la conducta animal para aumentar la coexistencia reduciendo o previniendo las interacciones son:


  • Barreras físicas: como guardar a los animales domésticos en corrales, utilizar un cerco electrificado para ahuyentar depredadores, o colocar una malla-sombra sobre los cultivos para evitar que las aves los destruyan (se alimenten de ellos).

  • Métodos de disuasión: buscan ahuyentar a los depredadores con señales olfativas, visuales, auditivas y con la presencia de elementos de guardia como la presencia de pastores y perros protectores del ganado (en algunos casos se hace uso de otros animales como llamas y burros que por el instinto de rebaño protegen y ahuyentan a los depredadores).

  • Manejo adaptativo: en este caso se modifican la disponibilidad de cultivos (sembrando otras especies atractivas para la fauna de tal manera que no consuman aquellas de interés humano), o modificar los ritmos, tiempos y dinámicas de pastoreo (rotación de ganado), aumentando la vigilancia, reduciendo el espacio de dispersión, evitando zonas con alta vulnerabilidad a depredaciones y la recalendarización del nacimientos de becerros.


Las acciones que buscan promover la tolerancia hacia los depredadores se enfocan en modificar la percepción humana sobre una especie en particular. Su objetivo no es prevenir las interacciones, sino reducir el riesgo de conflicto.


  • Emisión de leyes y reglamentos: prohibir la cacería furtiva tanto de depredadores como presas, reducir el pastoreo en áreas naturales protegidas, emitir leyes de protección a especies en peligro, y regular o prohibir el trampeo y uso de venenos.

  • Compensación económica: en esta área se involucra a todos los incentivos económicos, como seguros ganaderos, que buscan reducir el impacto económico por la pérdida de ganado o cultivos.

  • Educación ambiental: esta famosa herramienta de las ciencias ambientales es una de las más preferidas, ya que atiende de forma indirecta al conflicto, aumenta el entendimiento y empatía hacia la especie, y puede ir acompañada de metodologías cuantitativas para evaluar el cambio en la percepción y tolerancia hacia las interacciones y presencia de fauna.

  • Gestión del conflicto: finalmente, aquí pueden incluirse todas las estrategias y “soft-skills” necesarios para atender conflictos emergentes, puntuales y de alto riesgo para la fauna. Incluyen a la comunicación, la divulgación, el encontrar acuerdos y fortalecer las alianzas para evitar que los conflictos escalen y reduzcan los niveles de tolerancia hacia los animales y las iniciativas de conservación que buscan protegerlos.




 


En Soluciones Ambientales Itzeni AC estamos orgullosos de formar parte del comité organizador del primer Ciclo de Charlas en línea (webinar) sobre Coexistencia con Fauna en Latinoamérica, que se llevará a cabo del 4 al 7 de junio a través de la plataforma Zoom y se transmitirá en vivo en la página de Facebook de nuestros aliados del Fondo de Conservación El Triunfo AC.


Habrá más de 40 ponentes de 10 países latinoamericanos exponiendo cómo han resuelto conflictos con fauna silvestre y promovido la coexistencia entre fauna y el ser humano. Los invitamos a participar y registrarse enviando un correo a coexisteconfauna.latam@gmail.com


 


Referencias:


1. Dirzo, R., Young, H. S., Galetti, M., Ceballos, G., Isaac, N. J., & Collen, B. (2014). Defaunation in the Anthropocene. science, 345(6195), 401-406.


2. Madden F. 2004. Creating coexistence between humans and wildlife: global perspectives on local efforts to address human–wildlife conflict. Human Dimensions of Wildlife 9:247–257.


3. König, H. J., Kiffner, C., Kramer‐Schadt, S., Fürst, C., Keuling, O., & Ford, A. T. (2020). Human–wildlife coexistence in a changing world. Conservation Biology.


4. Frank B, Glikman JA, Marchini S. 2019. Human–wildlife interactions: turning conflict into coexistence. Cambridge University Press, Cam-bridge, United Kingdom.


5. Marchini S, Ferraz KMPMB, Zimmermann A, Guimarães-Luiz T, Morato R, Correa PLP, Macdonald DW. 2019. Planning for coexistence in a complex human-dominated world. Pages 414–438 in Frank B, Glikman JA, Marchini S, editors. Human–wildlife interactions: turning conflict into coexistence. Cambridge University Press, Cambridge, United Kingdom.


6. Carter NH, Linnell JDC. 2016. Co-adaptation is key to coexisting with large carnivores. Trends in Ecology and Evolution 31:575–578.

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